‘Rogue One’: Cuando los «buenos» dejaron de ser buenos en Star Wars

Combatir contra uno mismo y vencer: esa es la guerra más difícil y más hermosa en la que uno puede ganar. Star Wars, como el resto de sagas de ciencia ficción, basa su éxito en la realidad y extrapola de ella lo malo y lo bueno que la sociedad humana ha impreso en este mundo llamado Tierra. Pero una de las fascinaciones que el legado de George Lucas ha dejado en la industria del cine es el mito de la guerra. Nunca una traducción española (La Guerra de las Galaxias) fue tan acertada para una saga que bebe directamente del conflicto. Lo que comenzó con dos facciones marcadamente diferenciadas por ideología (Imperio Galáctico contra Alianza Rebelde) se hizo gigante en la trilogía de precuelas. Una trilogía ampliamente criticada en su momento, pero que, con el paso del tiempo, ha sacado a relucir su verdadero valor y ha dejado una impronta que no ha abandonado la saga desde entonces (refiriéndonos, claro está, exclusivamente a las películas). Estamos hablando de la política.

Sin embargo, hoy aquí, en WookieeNews, no vamos a hablar de política. Pero sí lo vamos a hacer de la guerra. Aquella primera trilogía de secuelas, la llamada trilogía clásica u original, marcó un antes y un después tanto para la historia del cine como para nuestras vidas. No estarías aquí leyendo esto si no fuera por ella, evidentemente. No considero un desprecio decir que aquella historia era verdaderamente maniqueísta. Tampoco George Lucas pretendía salirse de los arquetipos marcados por la mitología griega y expuestos por Joseph Campbell. Precisamente, creo que una de las razones del éxito de Star Wars está detrás de esa elección. Fue un acierto darle al espectador de la época un bando marcadamente “bueno” (Alianza Rebelde) y uno “malo” (Imperio Galáctico). Sí, sabemos que la rebelión arrancó muchas vidas para lograr sus propósitos y, probablemente, mató a gente inocente. Son los tan terribles «daños colaterales» de las guerras, en las que siempre hay -como mínimo- dos facciones enfrentadas.

 

Sin embargo, recuerdo perfectamente ser un niño, ver la trilogía original de Star Wars por primera vez y estar a favor de la Alianza Rebelde. Seamos honestos: no sabía por qué luchaban, no sabía cuáles eran sus propósitos y no sabía si sus enemigos eran realmente tan malos como parecían. Lo que sí sabía es que estaba a su favor porque eran los “buenos”. Supongo que George Lucas siempre quiso que los espectadores estuvieran del lado de ese bando porque, precisamente, los tres personajes protagonistas iban a estar ahí. Con el paso del tiempo, tras ver una y otra vez las películas hasta sabérmelas de memoria, aprehendí que el discurso de la trilogía de precuelas era mucho más intenso y complejo que el de la trilogía original y acepté las reglas del juego de la época en la que fueron producidas. Pero, años después, llegó Rogue One: Una historia de Star Wars. Y, aunque para entonces ya había leído tanto material de esta franquicia que sabía más de la cuenta, fui consciente de una asombrosa realidad: a lo mejor los “buenos” no eran tan buenos. Los “malos” seguían siendo igual de malos, por supuesto. Pero Rogue One cambió el status quo de la Alianza Rebelde para el público general y mayoritario. Y lo ha cambiado para siempre.

La rebelión ya no es lo que era. O, mejor dicho, ya no es lo que creíamos. En última instancia, la Alianza Rebelde siguen siendo los “buenos” en Rogue One. Son los que se enfrentan a un imperio totalitarista y militar en pro de unos ideales de liberación y esperanza. Pero es la Alianza, como bloque, la que representa esa ideología. Y no la gente que compone la rebelión. En el momento en el que Cassian Andor empuña su bláster en el Anillo de Kafrene para apuntar por la espalda a una de sus fuentes, en ese preciso momento, somos conscientes de que algo ha cambiado para siempre. ¿Cómo alguien que forma parte de la Alianza Rebelde es capaz de asesinar a sangre fría a un inocente, un aliado, por el mero hecho de estar poniendo en riesgo los planes de la organización? ¿No choca eso, precisamente, con los ideales que representa el bloque rebelde? Sí, choca. El fin no debería justificar los medios para la Alianza, pero lo hace para los soldados. O, para ser honestos, para los mercenarios.

Cassian Andor en Rogue One (Star Wars)

Rogue One reveló la verdadera cara de la Rebelión de Star Wars. Aquella luminosa organización de la trilogía clásica creada por George Lucas dejó paso a una oscuridad formada por malhechores, mercenarios y gente de dudosa moralidad que, anteponiendo el escudo de la guerra, hizo lo que mejor sabía hacer: matar. Curiosamente, el lavado de imagen que pretenden hacer al final de la película yendo a Scarif a morir para salvar la galaxia no exime el hecho de que, paradójicamente, fueran esos mismos personajes violentos quienes orquestaran la escaramuza en esas hermosas playas de arena blanca y agua cristalina. Ellos mismos lo reconocen, justo antes de embarcar en el hangar de Yavin IV, a la no-inocente Jyn Erso: han hecho cosas horribles en nombre de la guerra y están dispuestos a volver a hacerlo una vez más, aunque sea por equilibrar la balanza moral antes de morir.

 

Puede parecer una estupidez, pero Rogue One ha ampliado como pocas películas recientes de Star Wars esta profundización del canon clásico. El público general –teniendo en cuenta que esta, y no como Han Solo, sí que fue un éxito de taquilla– descubrió que el maniqueísmo extremo de su guerra galáctica original se desdibujaba por completo. Da igual que la Fuerza acompañara a la rebelión y a sus protagonistas, que la Alianza Rebelde mostrara su lado más democrático votando entre distintas facciones representativas el modo de actuación en época de guerra (bastante apolillado e impreciso, por cierto) o que los “buenos” volvieran a ser los mismos. Rogue One demostró que, aunque las rebeliones se basen en la esperanza, la victoria la pueden lograr hombres desesperados. Porque un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo, un hombre que lo ha perdido todo. Todo… Salvo la vida.

  1. Yo me hice esa misma pregunta en la película Star Wars La Guerra de las Galaxias: Ya que ¿cuantas personas inocentes, prisioneros y simples ciudadanos imperiales murieron por la mano de Luke Skywalker en la Primera Estrella de la Muerte?

  2. Siempre hay que ver todo el panorama para emitir un juicio aun con una gran posibilidad de equivocarse. Sino para la muestra un botón, como el excelente articulo aquí escrito. O la serie Kobra Kai que redime al malo supuestamente de la pelicula Karate Kid.

  3. Es un punto de vista muy interesante sobre los trasfondos de la película, se hace mucho HATER sobre Rogue One sobre Jyn o Cassian, pero pocos toman atención sobre lo que innonva Rogue One para la franquicia, Felicitaciones Lorao por tu incorporación al equipo de WookieeNews.

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