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Lucasfilm cancela el remake fan de Knights of the Old Republic

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Puede que a algunos de vosotros os suene algo llamado APEIRON: Knights of the Old Republic. Para aquellos a los que no os suene, no os preocupéis, os hago un resumen. APEIRON: Knights of the Old Republic (porque éste es el título completo), iba a ser un videojuego de Star Wars desarrollado por fans totalmente gratuito. El proyecto prometía algo muy sencillo: realizar un reboot del clásico Star Wars: Knights of the Old Republic, reconstruyendo desde el juego con un nuevo motor gráfico, consiguiendo así gráficos dignos de un juego actual; y realizando cambios profundos en las mecánicas, aunque manteniendo las bases del juego original.

Y sí, he dicho «iba a ser». Iba a ser, hasta que, el día de ayer, Lucasfilm lanzó a Poem Studios, creadores de APEIRON, un ultimátum. Mediante esta advertencia, Lucasfilm advertía a la desarrolladora que debía cumplir los siguientes requerimientos:

  1. Eliminar cualquier tipo de contenido relacionado con APEIRON de cualquiera de las redes sociales relacionadas con la desarrolladora.
  2. Cesar el desarrollo de Knights of the Old Republic: APEIRON y eliminar el código con el que se estaba desarrollando el juego.
  3. No volver a utilizar ninguna IP de Lucasfilm en proyectos futuros del estudio.

El incumplimiento de alguno de los términos que he mencionado anteriormente supondrá la toma de medidas legales por parte de Lucasfilm. Medidas que, como os podréis imaginar, no serán nada agradables para los de Poem Studios.

Ahora bien, ¿qué significa todo esto y por qué está ocurriendo? Lo primero que hemos de remarcar es que Lucasfilm está obligada a tomar acciones legales contra aquellas empresas que atenten contra su propiedad intelectual. En caso que no tomen acciones legales, pierden la propiedad sobre esa IP,  tal y como se establece en las leyes de Derechos de Autor de Estados Unidos. Es decir, que en caso que Lucasfilm no hubiera emprendido medidas legales contra APEIRON, habría perdido la licencia de Knights of the Old Republic.

Lo segundo que hemos de tener en cuenta es que Lucasfilm ha tardado muchísimo en «agredir» a Poem Studios. «Agresión» que, por otra parte, ha sido una advertencia. Hemos de tener en cuenta que Lucasfilm podría haber denunciado directamente a la empresa, haciendo constar de forma legal que ha reclamado los derechos sobre su IP. Pero no, han lanzado un comunicado. La intención de Lucasfilm no es hundir APEIRON, cuya existencia no les causa ningún perjuicio, sino conservar los derechos sobre Knights of the Old Republic.

Ahora bien, Lucasfilm siempre se ha caracterizado con su «pactismo» con los proyectos fan. Sin embargo, en lo que respecta a los videojuegos fan, Lucasfilm está tomando medidas tajantes en los últimos años, como ya ocurrió con el intento de terminar Battlefront III de Free Radical por parte de un grupo de fans. Desconocemos cuál es la razón, aunque lo más probable es que tenga que ver con su acuerdo con EA, que habrá obligado al titan americano a tomar medidas contra estos juegos fan.

Pero, ¿y vosotros? ¿Qué pensáis de todo esto? ¿Teníais pensado jugar APEIRON? ¡Dejadnos vuestra opinión en los comentarios!

#SWGOH: Notas del parche 10/10/2018

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Con la inminente llegada de Caballero Jedi Revan, la actualización de hoy es un preludio a lo que vendrá la próxima semana. El plato fuerte está por llegar aún.

Rotación de personajes

Los siguientes personajes son ahora farmeables en las siguientes localizaciones:

Caza Sith

  • Nodo difícil 3-E de Batallas de flotas.

Paquetes

Héroes de leyenda: Paquete de Bastila Shan y Jolee Bindo

Otorga 50 fragmentos tanto de Bastila Shan como de Jolee Bindo, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

Héroes de leyenda: Paquete de T3-M4

Otorga 50 fragmentos de T3-M4, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

Héroes de leyenda: Paquete de Mission Vao y Zaalbar

Otorga 50 fragmentos tanto de Mission Vao como deZaalbar, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

Bugs y errores

Darth Nihilus (Jefe de raid) no copiará atenuadores tras usar su habiliadad «aniquilar», por lo que ya no podrá copiar la reducción de velocidad de Zombi de las Hermanas de la Noche.

#SWGOH Una antigua senda de redención

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¿Habéis oído hablar alguna vez del héroe que antaño lideró a los Jedi hasta la victoria frente a Mandalore? ¿Aquél que derrotó a los ejércitos mandalorianos y se hizo con la máscara de su líder? Quizás le conozcáis como el Jedi que se convirtió en héroe, cayó al lado oscuro, y obtuvo la redención regresando a la luz. Preparaos para seguir sus pasos en el periplo de Caballero Jedi Revan.

Este evento comenzará el día 18, para enfrentaros al lado oscuro con Caballero Jedi Revan, necesitaréis los siguientes personajes a 7 estrellas para completar el evento y desbloquear a Caballero Jedi Revan a 7 estrellas:

Bastila Shan

  • Nodo difícil 5-B del Lado Oscuro.
  • Nodo difícil 2-D de Batallas de flota.

Jolee Bindo

  • Nodo difícil 6-D del Lado Oscuro.
  • Nodo difícil 4-E de Batallas de flotas.

T3-M4

  • Batallas de cantina 6-B.

Mission Vao

  • Batallas de cantina 7-A.

Zaalbar 

  • Nodo difícil 5-D del lado luminoso.
  • Nodo difícil 3-C de Batallas de flota.

Paquetes

Los siguientes paquetes y ofertas para los personajes de la Antigua República estarán disponibles para ayudar a los jugadores a prepararse para el evento.

Héroes de leyenda: Paquete de Bastila Shan y Jolee Bindo

Otorga 50 fragmentos tanto de Bastila Shan como de Jolee Bindo, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

Héroes de leyenda: Paquete de T3-M4

Otorga 50 fragmentos de T3-M4, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

Héroes de leyenda: Paquete de Mission Vao y Zaalbar

Otorga 50 fragmentos tanto de Mission Vao como de Zaalbar, créditos, droides de entrenamiento, equipamiento y material de habilidades. Limitado a una compra, nivel requerido igual o superior al 20.

El Castillo de Darth Vader llega al universo de LEGO

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Uno de los elementos que más enigma ocasionó durante los eventos de Rogue One: A Star Wars Story fue la recanonización del Castillo de Darth Vader, el cual por fin podremos tener en la sala de nuestros hogares, ya que el set número 75251 de la famosa marca LEGO saldrá al mercado el próximo 26 de noviembre de este 2018. Dicho set será exclusivo de Amazon y, por el momento, solo estará disponible para EE.UU. con un costo de $129.99 USD.

Este set constará de 1.060 piezas, con las que, aparte de la estructura principal del castillo, podremos construir el Tie Advance XI (caza icónico de nuestro Lord Sith). Además, también tendremos 2 Royal Guards con su clásico color carmesí, un Piloto de Transporte Imperial que bien pudiera funcionar como suerte de mecánico para el Tie de Vader, así como 2 versiones de Darth Vader; una clásica y otra llamada Darth Vader (Bacta Tank), la cual muestra el torso lastimado y vulnerable del Sith.

   

La fachada de los aposentos de Darth Vader en Mustafar luce impactante a la vista. El realce de tonos plateados sobre el obsidiana da un toque siniestro, siendo este aumentado con vitrales de color escarlata. Incluso el toque del hilo de lava en forma de una fina cascada magnifica la atmósfera oscura de lo que implica estar en dicho planeta volcánico, complementándose con los laterales, que buscan simular la superficie rocosa sobre la cual está construido.

 

Si bien la parte frontal del set muestra la estética principal del castillo, la parte trasera guarda muchos secretos. En el primer nivel se puede apreciar el storage donde podremos guardar el Tie Advance XI, y a los costados de este nivel se encuentran detalles que dan un plus, como lo es un Holocrón Sith. Un nivel arriba, observamos el Tanque de Bacta con Vader siendo custodiado por los 2 Royal Guards. Luego, arriba tenemos al Lord Sith en su cámara de meditación, y en el nivel superior se encuentra el Piloto del Transporte Imperial custodiando desde las alturas el castillo.

 

Sin duda, el Castillo de Vader ha retomado gran relevancia en los últimos 2 meses debido a que en el cómic del Lord Sith (VADER 2017) se nos contó que la obra arquitectónica se construyó gracias a Lord Momin, del cual se sabe muy poco. Sin embargo, la serie está por llegar a su fin, donde probablemente tendremos un esbozo más a fondo sobre la construcción de este enigmático elemento.

 

Sin duda, este set de LEGO sería una fina adición a la colección de los amantes del mundo de los bloques y definitivamente es un Must Have entre los fans de Star Wars. Solo espero tenerlo en mis manos para dar un veredicto final, aunque estoy seguro que no decepcionará.

Paz, ciao y que La Fuerza los acompañe.

Engranajes que no encajan: sobre la división del Imperio Galáctico

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La bandera del Imperio Galáctico es un engranaje, un engranaje que representa todo lo que existe en la galaxia. Porque cualquier cosa que exista bajo el dominio imperial no es más que un engranaje, un engranaje que hace funcionar la gran máquina al servicio del Emperador.

Seguridad mediante la fuerza, orden mediante la obediencia

El Imperio Galáctico se nos ha mostrado en reiteradas ocasiones como un leviatán cuya única finalidad es retroalimentarse. No tiene ninguna razón de ser, más allá de la pura depredación. Por poner un ejemplo, el Imperio siempre necesita más duracero para fabricar más armaduras. Armaduras con las que más soldados de asalto serán equipados. Soldados de asalto que, a su vez, servirán para defender puntos clave del Imperio, como las plantas de extracción de duracero. Nada más lejos de la realidad: el Imperio extrae más de lo que necesita, pero no hace absolutamente nada con gran parte del excedente. Al menos, aparentemente. Porque, ¿para qué necesita tantos recursos? ¿Qué es lo que hace que el Imperio requiera de tanta materia y fuerza de trabajo?

Para empezar, el Imperio no tiene un interés expansivo real. Una vez el Imperio se asegura los principales enclaves productivos de la galaxia, frena en seco su avance. Así que el imperialismo, por contradictorio que pueda parecer, no es la característica principal del Imperio. Y sí, es cierto, en sus estadios iniciales expandió su área de control. Pero esta expansión se detuvo con la conquista de aquellos mundos que le eran estrictamente necesarios. Sí, es un estado imperialista pero, ni es una de sus principales características, ni uno de los ejes sobre los que rota. Si el imperialismo fuera una característica real del Imperio sería incomprensible la frenada en seco que realizó en los mundos del Borde Exterior y los Dominios Occidentales hacia el 14 A.B.Y. Y es que, más allá de pequeñas incursiones en busca de recursos estratégicos, el Imperio nunca se esforzó por aumentar su área de influencia, hecho ilógico si tenemos en cuenta la enorme cantidad de recursos, capital «humano» y puntos estratégicos que estas regiones ofrecen a cambio de un esfuerzo nimio por controlarlas. Y sí, sé que muchos me hablaréis de la expansión hacia las Regiones Desconocidas, mencionada en la novela Thrawn, pero lamento deciros que esa empresa se debe a razones muy distintas.

La galaxia vista en el libro: «Star Wars: Galactic Atlas»

Entonces, hemos convenido que el Imperio no usó sus innumerables recursos para expandirse. Claramente tampoco se emplearon para aumentar el nivel de vida de sus ciudadanos. Tampoco se utilizaron para llevar a cabo ningún tipo de proyecto a gran escala que no estuviera relacionado con el ámbito militar. El Imperio tampoco promete una meta final, una como la que prometía en su momento el Tercer Reich. Su particular «Alemania aria» dista mucho de un concepto tangible o imaginable para un ciudadano de a pie. Y no es que el Imperio carezca de una ideología marcada. El «Seguridad mediante la fuerza, orden mediante la obediencia» que el COMPNOR pregonaba a los cuatro vientos es un excelente ejemplo de lo que defendía el Imperio. A lo que me refiero es a que el Imperio parece carecer de una meta final. Legaliza la esclavitud de las especies no humanas, promueve su discriminación, es una organización mucho más machista que su antecesora, la República Galáctica, sigue una doctrina económica liberal galopante y es un estado militarista ad nauseam. Pero, más allá de prometer fuerza, seguridad y protección contra los indeseables alienígenas, el Imperio no ofrece nada a largo plazo. No promete transformar la sociedad, ni exterminar a los alienígenas, Sí que promete acabar con los traidores, pero eso responde a una necesidad propagandística y de control más que a un verdadero objetivo nacional. Su propaganda responde a un aquí y a un ahora, enajenando a la población. Pero no ofrece un sueño, un objetivo. El sueño imperial es el ahora. El Imperio ya es perfecto, no tiene ningún fin que perseguir, más allá de la eliminación física de aquellos que se le oponen.

Un imperio frágil

Pero, entonces, ¿por qué se mantiene a flote? La gente vive mal, y lo sabe. El miedo es un actor decisivo en el juego del control, pero para cuando el Episodio IV arranca «sólo» han pasado diecinueve años de la caída de la República. Una guerra a gran escala radicaliza, eso está claro, pero de radicalizar un país a media galaxia hay un trecho y, en sus primeros pasos, el Imperio era tan frágil como un jarro de cristal. Tal vez los sectores favorables a la Alianza Separatista y, posteriormente, la Alianza Rebelde estuvieran debilitados por la guerra, pero es incomprensible que el Imperio tuviera tan pocas dificultades para consolidar su gobierno en una galaxia tan convulsa y reacia al control del Núcleo. Pero todavía hay otra incógnita que hemos de despejar en esta ecuación: el Imperio, entendiendo Imperio como el aparato político, económico, burocrático y militar, no necesita tantos recursos para subsistir, ni siquiera para llevar a cabo ese crecimiento territorial y organizativo que nunca llevó a cabo. Entonces, ¿a qué se debe su dominio absoluto? ¿A qué se debe su capacidad para mantener el control en una situación tan frágil? Es sencillo, a Palpatine.

El Imperio Galáctico es mucho más parecido al Imperio Carolingio bajo el dominio de Carlomagno de lo que podríamos pensar en un principio. No entraré en demasiados detalles históricos para no aburrir al personal, pero Carlomagno mantuvo su imperio unido gracias a su carisma, su presencia y su renombre. Además de las relaciones de vasallaje, los missi dominici jugaban un rol importante en esta partida de ajedrez. Siempre eran dos, un maestro y un aprendiz. No, en serio. Uno era de origen laico, es decir, un noble que fuera, preferiblemente, de una familia que no fuera precisamente poderosa; y el otro era eclesiástico, entendiendo que no se trataba de un monje cualquiera, sino de un hombre de Dios perteneciente a un cierto estrato de la jerarquía eclesiástica. Los missi dominici actuaban en parejas, recorriendo el territorio del Emperador y rindiendo cuentas en su nombre con sus vasallos y los miembros del clero. No os imaginéis una escuadra de la Schutzstaffel, porque sus visitas eran mucho más rutinarias, aburridas y protocolarias, pero cuando tenían que ejercer presión o, en casos extremos, emplear la fuerza, la usaban. Bien, este sistema no se sostenía por ninguna pata. Los intereses de los missi eran mucho más cercanos a los de los nobles y sacerdotes de los que recaudaban impuestos que a los del Emperador al que representaban. Para postre, los señores feudales del momento siempre buscaban una mayor autonomía y, si sumamos esto a que las relaciones de vasallaje en un reino medieval tan extenso (y tan embrionario) eran, cuanto menos, difíciles de controlar, nadie debería haber dado un duro por el Imperio de Carlomagno. Quiero decir, la confabulación de dos señores feudales de gran poder habrían bastado para poner fin al Imperio, que se habría visto incapaz de reaccionar ante dos ejércitos coordinados medianamente numerosos que le atacaran por sorpresa. Pero, y aquí viene ya no el giro, sino el quiebro argumental, funcionó. Al menos, un rato. Concretamente hasta la muerte de Carlomagno en el año 814. Esto se debe a una razón muy sencilla: el sistema era, hablando en plata, una reverenda mierda. Lo único que mantenía unido el Imperio era el prestigio del Emperador. Pero, una vez muerto, su sucesor, Luís el Pío, no estuvo a la altura de las circunstancias. No tenía el talento ni el renombre de su padre, así que tuvo que hacer frente no a una, ni a dos, sino a tres rebeliones durante su reinado. A su muerte, el Imperio Carolingio quedó desmembrado en tres partes, repartidas entre sus tres hijos. Esto, como os podéis imaginar, fue el fin del reino Franco como lo entendemos hasta el momento.

Una pareja de «missi dominici». Se aprecia el de origen laico (izquierda) y el de origen monacal (derecha).

Si habéis entendido esta breve clase de historia, entenderéis a la perfección la dinámica que seguirá el Imperio Galáctico durante su existencia. He establecido esta comparación para que entendáis que que el Imperio ni es un estado funcional, ni pretende serlo. Es una herramienta que sirve los propósitos de su dueño, Sheev Palpatine que, a su vez, es el elemento indispensable para que el Imperio funcione. Es el engranaje que hace encajar las demás piezas de la máquina. Y, como ocurrió con Carlomagno y el Imperio Carolingio, cuando el Emperador muera, el Imperio no le sobrevivirá.

Los mecanismos de la máquina

El Emperador no esperaba sobrevivir a su Imperio. En Legends, porque ni siquiera contemplaba la opción de morir. En el canon actual, porque elabora un plan de contingencia para que sea destruido y, posteriormente, erigiendo todo el plan alrededor de la presencia del Lado Oscuro que acecha desde las Regiones Desconocidas. Esta diferencia en la filosofía del Emperador no es de nuestra incumbencia ahora mismo. Lo que sí es de nuestra incumbencia es que el elemento principal del Imperio es Palpatine. Y no hablo de un mero personalismo, útil en los cuadros más bajos del Imperio, altamente fanatizado, pero inútill en las altas esferas. Y es que, cuando hablamos de altos cargos imperiales, familias aristocráticas, grandes empresarios y el alto mando militar, el miedo y el fanatismo dejan de funcionar. Bueno, casi siempre. Porque podemos encontrar individuos pertenecientes a las altas esferas del Imperio, como el Prelado Verge o Yupe Tashu, en el que el fanatismo por la figura del Emperador es sincero. Aunque, en ambos casos, el fanatismo se debe a un conocimiento total o parcial de la verdadera naturaleza de su Majestad Imperial. A lo que quiero llegar con esto es a que, en realidad, el Imperio es frágil, igual de frágil que cuando todavía daba sus primeros pasos. Sin embargo, el Imperio gira entorno al Emperador y, como he dicho antes, esto no se debe a un mero personalismo, sino que todas las estructuras de estado, mecanismos de poder y aparatos burocráticos sólo funcionan en caso que el Emperador exista. Y escribo la palabra «emperador» con mayúsculas porque si alguien que no fuera Palpatine ostentara el cargo de emperador, el Imperio se hundiría igualmente. De hecho, simplificando al máximo, existen tres motivos bien diferenciados que explican este hecho:

  • El primero, es que el Emperador es el creador del Imperio. Otorga legitimidad al ser su fundador, es su cara visible y, junto con su círculo más cercano, su artífice y mayor conocedor. Palpatine tiene toda la información de un sistema creado por él. Hemos de imaginarnos el Imperio como un rompecabezas que sólo una persona sabe resolver.
  • El segundo son las habilidades de intimidación, persuasión y manipulación de Sidious que, a lo largo de su carrera política teje una telaraña de relaciones y contactos extremadamente sólida y de un alcance inimaginable. Debemos suponer que este segundo factor se debe, en parte, a su dominio del Lado Oscuro.
  • El tercer factor emana directamente de los dos anteriores: el sistema imperial recompensa al sumiso y castiga con vehemencia al disidente. Si obedeces al Emperador y no fracasas, nada malo te ocurrirá. Las recompensas que se ofrecen son demasiado jugosas como para ser desdeñadas, y los castigos, demasiado severos como para ser menospreciados.

El Imperio enriquece y fortalece más allá de la imaginación de cualquiera, siempre y cuando uno acate sus normas. Jugar a favor del Imperio es una victoria asegurada. Porque el Imperio «explota recursos que no necesita», pero en realidad este inconcebible excedente no es más que un enorme soborno para aquellos que ostentan el poder. Es la recompensa en forma de sector, mina, especia, plastoide, patentes o esclavos para aquellos que son fieles y eficientes en su desempeño. Sin embargo, el sistema imperial promueve la desconfianza, el recelo y la competitividad salvaje. Es un hecho extraño tener compañeros de profesión dentro del Imperio, a menos que sea en el Ejército, la Marina o el Cuerpo de Soldados de Asalto, donde la camaradería parece tener su efecto en muchas ocasiones. Pero, por lo general, todos cuanto te rodean son enemigos, rivales con los que hay que competir y, a ser posible, a los que hay que aplastar sin piedad. En este contexto, la productividad y la competitividad aumentan de formas inimaginables.

Las rivalidades internas y el odio viperino hacia los colegas de promoción generan un ambiente de paranoia constante y, por supuesto, una lucha de poder en la que todo el mundo pretende buscar el favor del Emperador, figura inequívoca de poder y garantía de seguridad y estabilidad. Y es en esta lucha por el poder donde reside el gran éxito de Palpatine, pues sus subordinados se pelean entre ellos, trabajando más y mejor por estar a su lado. La brillantez de ingeniar un sistema que destruye el riesgo de levantamiento interno y aumenta tantísimo la productividad no tiene límites.

Consecuencias

Pero, muerto el Emperador, muerto el Imperio. En el canon actual, la Nueva República apenas tarda un año en acabar con lo que queda de él (una visión que, a decir verdad, me parece extremadamente fantástica). En Legends, el Imperio se disgrega y reunifica en un centenar de ocasiones, culminando en el Imperio Fel, que jamás alcanzaría el poder y la extensión a las que llegó el antiguo Imperio. Pero ambas continuidades coinciden en algo: una vez muere Palpatine, garantía única de unión del Imperio, éste desaparece. Extraído el engranaje principal, el Imperio pasa de ser una maquina implacable a algo que podríamos considerar un bufé libre. Un gran banquete en el que toda una serie de carroñeros se dan un festín con los recursos de la galaxia. Bueno, eso es, en esencia, el Imperio. Digamos que el banquete es más voraz. Y desorganizado. Cada señor imperial lucha contra los demás, expoliando sin restricciones y sin ofrecer las mínimas garantías que ofrecía el Imperio.

La rivalidad y el recelo dan paso al odio y la guerra. La avaricia, sin un férreo sistema que la encauce, se impone a la etiqueta y la disciplina. El Imperio que Gallius Rax despliega en Jakku es el mejor ejemplo que tenemos del Imperio tras la muerte del Emperador: una amalgama de almirantes recientemente alcoholizados, generales de ojeras pronunciadas, soldados de asalto de armaduras raídas más parecidos a piratas que a tropas disciplinadas, vehículos pintarrajeados y personal de abordo entregado totalmente a los impulsos más primarios. Y, aunque la situación no llega siempre a estos extremos, la jauría que Rax dirige en Jakku es la pura esencia del Imperio tras la muerte de su caudillo. Tal vez Thrawn, Pellaeon, Ysard, Sloane o el gobernador Adelard fueran capaces de imponer orden en las situaciones más caóticas, pero nunca, ninguno de ellos, logró reducir las luchas internas; ni mucho menos reunificar una parte significativa del Imperio.

La batalla de Jakku

Cuando el Emperador muere, el Imperio se convierte en un montón de engranajes que no encajan. La muerte de una única persona es todo lo que se necesitó para dividir el Imperio Galáctico en más de mil pedazos.

Espero que todo haya quedado claro.  Como siempre, será todo un placer leer vuestras opiniones al respecto en la caja de comentarios.

Novedades editoriales de la New York Comic Con 2018

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En estos momentos, se está celebrando la New York Comic Con de este año y, para nosotros, esto solo significa una cosa: nuevos libros y cómics de la saga. Así que veamos qué le depara el futuro a la saga.

El primer libro al que hemos de hacer alusión es Master and Apprentice, de Claudia Grey. Y es que, aunque ya había sido anunciado, fue ayer cuando se reveló la portada, obra de Alice X. Zheng. La tapa habla por sí misma: en este libro seguiremos las andanzas de Qui-Gon Jinn y el joven Obi-Wan Kenobi antes del Episodio I. No se conocen demasiados detalles del argumento, pero viendo la inclinación de la autora a las tramas románticas, tal y como demuestran los libros que ha escrito de la saga (Lost Stars, Leia: Princesa de Alderaan y Bloodlines), no debería sorprendernos presenciar el sonado romance entre Obi-Wan y la Duquesa Satine Kryze.

También anoche se presentó la siguiente novela de Alexander Freed, Alphabet Squadron, que nos contará cómo un escuadrón de cinco pilotos rebeldes dan caza a fugitivos imperiales tras la Batalla de Endor. ¿Qué podemos comentar de esta obra? Alexander Freed escribe unas novelas bélicas maravillosas, tal como pudimos ver en Battlefront: Twilight Company. Y es que las andanzas de la Compañía Crepúsculo se caracterizaron por unas estrategias exquisitamente bien planteadas, su gran profundidad táctica, un respeto inusitado por la «canonicidad» de las armas, infinidad de pequeños detalles y unos personajes sólidos y con una buena evolución, ya fueran rebeldes o imperiales. Si sumamos este esquema a Alphabet Squadron, que parece contarnos la historia de una suerte de Mossad en el universo de Star Wars, el resultado puede ser espectacular.

Por último, pero no por ello menos importante, Chuck Wendig escribirá una serie de cómics limitada de cinco números cuyo título es Shadow of Vader. De momento, no tenemos ni idea de quién se encargará del dibujo, pero la premisa parece de lo más interesante. En cada uno de estos cinco números, una serie de personajes de la saga nos contarán cómo fueron los encuentros que mantuvieron con Darth Vader y cómo éste influenció sus vidas. El primer número será un homenaje a Viernes 13, es decir que veremos a Vader de cazaWillrow Hood (el hombre del helado) será el protagonista en el segundo número; en el tercero el protagonista será un empleado en la morgue de la Estrella de la Muerte (algo bastante siniestro), mientras que los Acólitos del Más Allá (Star Wars: Aftermath) protagonizarán la cuarta entrega. La quinta entrega estará protagonizada por un piloto de la Nueva República cuyos padres fueron asesinados por Darth Vader y que se unirá a la Rebelión poco tiempo antes de que la identidad del padre de Leia se haga pública. Son unas tramas siniestras, sí, pero todas ellas parecen bastante interesantes.

En lo personal, creemos que es un gran acierto. El estilo frenético de Wendig es más propio de un cómic que de una novela (aunque funcionó a las mil maravillas en Aftermath), y ya sabemos que las pequeñas historias individuales conectadas por un hilo narrativo son uno de los puntos fuertes del autor, tal y como pudimos ver en los interludios de la ya mencionada trilogía Aftermath. Sea como sea, se echaba de menos el característico estilo de este autor.

Estas son todas las novedades relevantes anunciadas en el panel de Star Wars de la New York Comic Con. Pero, ¿y a vosotros? ¿Qué os parecen estas novedades? ¡Esperamos vuestros comentarios!