La Alta República es una era de Star Wars ambientada entre el 500 ABY y el 50 ABY, siendo conocida como una época de relativa paz en la que la Orden Jedi se encuentra en su era dorada.
Hasta ahora, la Alta República se ha explorado principalmente en medios escritos a través del proyecto multimedia The High Republic, pero poco a poco está empezando a tomar protagonismo en productos audiovisuales. Recientemente hemos tenido un vistazo de ella en la serie Young Jedi Adventures y el videojuego Star Wars Jedi: Survivor, y próximamente podremos disfrutar de la primera serie live-action ambientada en esta era con The Acolyte, la cual transcurre en el 132 ABY.
Para ponernos en contexto antes del estreno de The Acolyte, a continuación daremos un repaso a la cronología de la Alta República. Cabe señalar que The High Republic aún se sigue expandiendo, por lo que aún no conocemos todos los detalles de lo que ocurrió más allá del 229 ABY. Obviamente, el artículo contendrá algunos spoilers generales de sus cómics y novelas.
¡Alerta Spoilers!
Situar la cronología
A la hora de medir el tiempo dentro de la cronología de Star Wars, extradiegéticamente se suele tomar como punto de referencia o año 0 la Batalla de Yavin, es decir, aquella en la que Luke destruye la Estrella de la Muerte en Una nueva esperanza. Por lo tanto, a la hora de ordenar cronológicamente cualquier evento narrado en cualquier producto siempre lo hacemos en función de su separación en años respecto a este histórico enfrentamiento.
Así, los términos en los que ubicamos los sucesos siempre son, por ende:
ABY -> Antes de la Batalla de Yavin. (En inglés BBY-> Before the Battle of Yavin)
DBY -> Después de la Batalla de Yavin. (En inglés ABY-> After the Battle of Yavin)
Primeras décadas (500 – 400 ABY)
La Alta República empieza alrededor del 500 ABY, unos 500 años después de la derrota de los sith y la aprobación de las Reformas de Ruusan. Desde entonces, la República se ha mantenido en una relativa paz, sin ser afectada por conflictos a gran escala, la cual seguirá marcando los años venideros. Por otro lado, la Orden Jedi vive su era dorada tras la supuesta extinción de sus grandes enemigos, quienes en realidad se encuentran operando en las sombras bajo la Regla de Dos.
La expansión de la República (400 – 382 ABY)
En el 392 ABY, la República impulsó la creación de los Buscadores de caminos, equipos de viajeros dedicados a cartografiar nuevas rutas hiperespaciales en la Frontera Galáctica. Una misión en la que se implicó de lleno la Orden Jedi, pues los equipos de Buscadores de caminos estaban formados por al menos por un maestro jedi y su padawan. Los jedi también fueron usados como emisarios de la República durante la Guerra Eterna, un conflicto entre los planetas gemelos Eiram y E’ronoh que estalló en el 387 ABY, afectando indirectamente a los sistemas vecinos al afectar a las rutas de comunicación del sector.
En el 385 ABY, dio inicio una época conocida como la Fiebre Hiperespacial, en la que empezó una competición entre prospectores independientes para cartografiar rutas hiperespaciales para su propio beneficio. Los grupos de prospectores más favorecidos durante la misma fueron las familias Graf y San Tekka, cuya riqueza creció exponencialmente hasta convertirse en dos de las familias más influyentes de la República. Al fin y al cabo, la posesión de rutas hiperespaciales más rápidas y seguras tenía un gran impacto en el comercio galáctico y podían ser vendidas al mejor postor o bien explotadas para impulsar sus negocios familiares.
Durante esta época, un influyente empresario llamado Regnar Pulip empezó a usar su basta riqueza para financiar a grupos selectos alrededor de la galaxia. Uno de ellos fue el Camino de la Mano Abierta, una secta construida alrededor de la veneración de la Fuerza, pero que condenaba totalmente su uso. En el 383 ABY, encontró a una nueva líder, la Madre, quien se presentó en su comuna de Dalna como una profeta bendecida por visiones de la Fuerza.
La Madre llevó la ideología del Camino de la Mano Abierta a su extremo y usó la secta como un medio en su particular cruzada contra los jedi. Creó un grupo dentro de la misma que usaba como tapadera sus misiones humanitarias para robar objetos con un gran vínculo con la Fuerza. Para ese mismo fin contrató los servicios del prospector Radicaz Doobs. Junto a un compañero de profesión, Doobs localizó el legendario Planeta X, hogar de los popularmente conocidos como los Sin Nombre, unas misteriosas criaturas capaces de drenar la Fuerza de aquellos sensibles a ella y que, por tanto, sirven como el arma perfecta contra los jedi. Doobs le llevó un huevo de dicha criatura a la Madre, quien, conocedora de su naturaleza, lo vio como una oportunidad para diezmar a sus enemigos.
La escalada de la Guerra Eterna (382 ABY)
La Madre envió a sus secuaces a Hynestia para robar el Bastón de las Estaciones, un objeto de gran importancia para controlar a los Sin Nombre. Sin embargo, los jedi lograron conectar el delito con la secta, por lo que un par de ellos fueron enviados a investigar a Dalna. Una vez descubrieron la verdad, enfrentaron a la Madre, quien desató a un Sin Nombre que acabó con sus vidas. Tras lo acontecido, el Camino de la Mano Abierta abandonó Dalna y puso rumbo a Jedha, donde en las próximas semanas se iba a llevar a cabo el Festival del Equilibrio.
Paralelamente a lo acontecido en Dalna, la Guerra Eterna vivió un punto de inflexión con el anuncio del compromiso de los herederos de Eiram y E’ronoh, quienes buscaban poner fin al baño de sangre en el que sus respectivos progenitores habían sumergido a sus pueblos. La boda fue amenazada por distintas facciones inconformes de ambos bandos, pero finalmente pudo llevarse a cabo. Para cerrar oficialmente el conflicto, cada planeta envió a un embajador para firmar un trazado de paz en territorio neutral. La República se ofreció como mediadora del mismo, y propuso que la firma se llevase a cabo en Jedha coincidiendo con el Festival del Equilibrio.
Lo que supuestamente debía ser una celebración de la paz acabó resultando en una catástrofe. Durante los eventos del Festival del Equilibrio, el Camino de la Mano Abierta solicitó su admisión en la Convocación de la Fuerza, una agrupación de sectas construidas alrededor de la Fuerza que regía la Ciudad Sagrada. Ante su rechazo, armaron unos disturbios que sembraron el caos en la ciudad.
El Camino también estuvo implicado en varios atentados que afectaron a la firma del tratado de paz y provocaron la muerte del embajador de E’ronoh, debido a lo cual los ejércitos de los dos planetas se enfrentaron en la superficie de Jedha. El objetivo de la secta al desatar todo este caos, era adquirir el Bastón del Alba, una de las reliquias clave para controlar a los Sin Nombre. Aunque la cosa no salió como esperaban, pues uno de sus miembros más influyentes, el Heraldo, fue detenido. Para blanquear la imagen de la secta, la Madre alegó que el Heraldo actuó en solitario y donó una gran cantidad de dinero para la reconstrucción de los daños.
La Batalla de Dalna (382 ABY)
El Camino de la Mano Abierta regresó a Dalna esperando pasar a un segundo plano, aunque la Orden Jedi ya sospechaba que su implicación en la Batalla de Jedha y la Guerra Eterna era mayor de lo que parecía. Varios jedi fueron enviados a su comuna, pero rápidamente las armas se acabaron sobreponiendo a la diplomacia. En previsión del conflicto, la secta se había reforzado con droides de batalla y había tomado posesión de un gran número de sus terribles criaturas, las cuales causaron cientos de bajas entre los jedi. Finalmente, la victoria cayó del lado de la República gracias a los refuerzos llegados desde Coruscante y desde los planetas de Eiram y E’ronoh, los cuales se unieron a la causa tras conocer que el Camino estaba detrás del fracaso del tratado de paz.
Con la derrota del Camino de la Mano Abierta, la racha de batallas y tragedias que azotó la frontera galáctica durante ese fatídico año llegó a su fin, aunque lo ocurrido traería consecuencias en los siglos posteriores. La evereni Marda Ro, conocida como la guía del Camino de la Mano Abierta, escapó de Dalna junto a algunos miembros de la secta y varios de los Sin Nombre, y pese a mantener un perfil bajo a lo largo de los años siguientes, empezó a trabajar en secreto en lo que sería su venganza.
Por otro lado, Eiram y Eronoh firmaron la paz definitiva y eso permitió la apertura de su sistema al comercio galáctico, empezando con la inauguración de una ruta hiperespacial que lo conectaría con el Sistema Hetzal.
La era dorada (382 – 234 ABY)
La República siguió expandiendo su influencia a lo largo de las décadas posteriores, en las cuales siguió trabajando estrechamente con los jedi. Esto le permitió a la orden establecer nuevos templos y puestos avanzados en la frontera galáctica en mundos como el famoso Dalna y Banchii. También creció el poder de las familias Graf y San Tekka. Esta última vivió una tragedia pocos años después del final de la Guerra Eterna con el secuestro de la joven Mari San Tekka, una noticia que conmocionó a la galaxia.
Nunca se supo nada más de Mari, pero lo cierto es que fue raptada por la misma Marda Ro. Durante este tiempo, la evereni siguió trabajando en vengarse de los jedi y formó una red de contactos que fue creciendo progresivamente tanto en influencia como en extensión. Además, reclutó a varios piratas y contrabandistas para su causa formando una organización conocida como los Nihil.
Los Nihil empezaron siendo un grupo relativamente pequeño que llevaba a cabo sus operaciones en el Borde Exterior, aunque solía mantener un perfil bajo en pos de no llamar la atención de los jedi y la República. Esto continuó siendo así bajo el liderato de Shalla Ro, la hija de Marda, quien continuó con el legado de su madre. La cosa cambió cuando, en el 252 ABY, Shalla fue asesinada por su ambicioso hijo, Asgar Ro. El nuevo líder de los Nihil, que adoptó el título de Ojo de la Tormenta, expandió la organización a un ritmo frenético y convirtió su emblema en una imagen temida por todo el Borde Exterior. Gran parte de su éxito fue debido al talento de Mari San Tekka, cuya habilidad para cartografiar nuevas rutas hiperespaciales fue explotada por Asgar para obtener nuevas vías de ataque y huida para sus piratas, un recurso que siguieron usando en las siguientes décadas. En el 242 ABY, Marchion Ro tomó las riendas de los Nihil tras el asesinato de su padre y llevó a la organización a un nuevo nivel.
El Gran Desastre (234 -232 ABY)
En el 234 ABY, Lina Soh fue elegida como canciller de la República Galáctica. Durante su mandato impulsó varios proyectos ambiciosos conocidos como las Grandes Obras, con las que esperaba atraer a nuevos mundos independientes a la República. El más importante de ellos era la Red Faro, un conjunto de estaciones espaciales destinadas a mejorar las comunicaciones en el Borde Exterior. Dicho proyecto contaba con el apoyo de la Orden Jedi, la cual pretendía establecer un puesto de avanzada en cada una de las estaciones. La primera en lanzarse fue el Faro Starlight, cuya inauguración estaba prevista para el 232 ABY.
Los planes de Lina Soh no le sentaron nada bien a Marchion Ro, pues este aumento de presencia de la República y los jedi en el Borde Exterior podía comprometer las operaciones de sus Nihil. Tan solo un mes antes de la inauguración de Starlight, orquestó la colisión de una de sus naves en el hiperespacio con el crucero Ruta Legado, lo cual obligó a la República a cerrar las rutas hiperespaciales del Borde Exterior. Varios fragmentos de las naves circularon por el hiperespacio durante semanas, entrando en el espacio real en sistemas aleatorios en eventos que fueron conocidos como las Emergencias. Ab Dalis, Koboh, Eriadu o Trymant IV fueron algunos de los mundos afectados, pero la peor parte se la llevó el Sistema Hetzal, donde solo la intervención de los jedi evitó una catástrofe mucho mayor.
Pese a haber sido el responsable del Gran Desastre, la idea inicial del Ojo de la Tormenta era mantener en secreto la implicación de los Nihil en el mismo. Por desgracia para él, la ambición de algunos de sus súbditos, quienes buscaron sacar provecho de la situación, acabó llamando la atención de la República. La solución fue sacrificar a toda una tercera parte de la organización en la Batalla de Kur. Al fin y al cabo, sus enemigos no conocían la vasta extensión de sus filas, por lo que fue sencillo engañarlos y hacerles creer que los Nihil habían sido derrotados en el enfrentamiento.
La Crisis Drengir (232 – 231 ABY)
Tras la Batalla de Kur y el restablecimiento del tráfico hiperespacial, la República al fin pudo inaugurar el Faro Starlight. Y no tardó en tener utilidad. Durante el Gran Desastre, un grupo de jedi que se refugió en la Estación Amaxine despertó, por error, a los drengir, una especie vegetal carnívora con gran afinidad por el lado oscuro. Los Nihil vieron en ellos una oportunidad para desviar la atención de los jedi mientras preparaban su próximo movimiento, por lo que ayudaron a propagar a los drengir por todo el Borde Exterior, lo cual ocasionó una crisis que se extendió durante meses.
En el 231 ABY, aproximadamente 1 año después del Gran Desastre, Valo albergó la Feria de la República, un evento impulsado por la canciller Soh para celebrar el fin de las tragedias que afectaron al Borde Exterior a lo largo de los meses anteriores. Sin embargo, durante la misma, el planeta fue bombardeado por los Nihil. Lo cierto es que fue un movimiento muy inteligente por parte de Marchion Ro, pues, tras meses manteniendo un perfil bajo, prácticamente nadie esperaba un atentado por parte de sus piratas. A eso hay que sumarle que buena parte de los jedi seguían tratando de poner fin a la amenaza de los drengir, lo cual les impedía acudir en ayuda de Valo.
El establecimiento de la Zona de Oclusión (231 – 229 ABY)
Lo ocurrido en Valo fue un duro golpe para la moral de la República y los jedi, los cuales persiguieron a sus enemigos en las Batallas de Cylor y Grizal. A lo largo de los siguientes meses sus esfuerzos se centraron en encontrar al líder de los Nihil, pero lo cierto es que andaban bastante desencaminados. Mientras los jedi acechaban a la Jinete de la Tempestad renegada Lourna Dee, el verdadero Ojo de la Tormenta ultimaba los preparativos de un plan que pondría de rodillas a sus némesis.
En el 230 ABY, los Nihil lanzaron un ataque masivo contra varios templos jedi dispersos a lo largo de la galaxia, aunque eso no fue más que una distracción para desviar el foco de atención de su verdadero objetivo. Gracias a la información cedida por un topo de Ro en el Senado, un escuadrón suicida de los piratas se infiltró en el Faro Starlight y llevó a cabo un atentado que causó su destrucción. Los jedi no pudieron hacer nada por evitarlo, pues, para dificultar su trabajo, los saboteadores soltaron en la estación a varios de los ya mencionados Sin Nombre, el arma definitiva contra los jedi que la familia de Marchion Ro había conservado durante generaciones.
La cosa no se quedó ahí. La sombra de los Nihil llegó incluso al núcleo galáctico y se hicieron con el control de Corellia, donde también se apropiaron de varias naves de combate. Una semana después de la destrucción de Starlight, los Nihil aislaron buena parte del Borde Exterior del resto de la galaxia al encender la Pared de Tormentas, una red de estaciones espaciales que generaban un campo magnético que impedía el viaje hiperespacial entre ambos lados de la misma. El lado de la barrera dominado por Marchion Ro recibió el nombre de Zona de Oclusión.
Debido al establecimiento de la Zona de Oclusión y a las armas secretas que tenían los Nihil contra ellos, la Orden Jedi tomaría una decisión que marcaría su rumbo a lo largo de los siguientes años. Esta fue la aprobación de los Protocolos Guardianes Jedi. Según esta contingencia, la orden convocaba a todos sus miembros en Coruscant, abandonaba el resto de sus templos, y pasaba a adoptar un enfoque más guerrero.
A lo largo del 229 ABY, los esfuerzos de la República y los jedi se centraron en encontrar la forma de cruzar la Pared de Tormentas y descifrar el misterio de los Sin Nombre. En la Zona de Oclusión, los Nihil oprimieron a los mundos bajo su dominio, teniendo que sobrepasar solamente la resistencia de algunos jedi que quedaron atrapados en la región. Cabe señalar que los Nihil, gracias a unos códigos y a sus exclusivas rutas hiperespaciales, sí que tenían la capacidad de viajar de un lado al otro de la Pared de Tormentas, lo cual aprovecharon para seguir sembrando el caos en los mundos ubicados en la frontera republicana de la misma.
En el 229 ABY, coincidiendo con el aniversario de la destrucción del Faro Starlight, los Nihil asestaron un doble golpe moral a la República. En primer lugar, asesinaron a un gran maestro de la Orden Jedi recientemente capturado, a lo que la República respondió con un intento de causar una brecha en la Pared de Tormentas que terminó en fracaso. Marchion Ro, furioso por este movimiento, decidió expandir la barrera, atrapando a nuevos sistemas en su territorio.
Derrota de los Nihil y décadas finales de la Alta República (229 – 82 ABY)
En algún momento entre el 229 y el 220 ABY, la República logró quebrar la Zona de Oclusión y los Nihil fueron derrotados definitivamente, aunque aún se desconocen los detalles al respecto. Ante el cese de la amenaza, la orden desactivó los Protocolos Guardianes Jedi.
En el 132 ABY, una misteriosa usuaria de la Fuerza empezó a asesinar a miembros de la Orden Jedi. Durante la investigación de dichos crímenes, un grupo de jedi se enfrentó a un guerrero que empuñaba un sable de luz carmesí.
Durante las últimas décadas de la era, la República siguió incorporando nuevos sistemas a su territorio. En el 90 ABY, Serenno albergó el Escaparate de la Galaxia, un evento que permitía mostrar a los mundos del Borde Exterior aquello que podían ofrecer a la República, aunque una suerte de terremoto manchó las celebraciones.